En el mundo corporativo, solemos hablar del cumplimiento como si fuera un sistema técnico: políticas, controles, aprobaciones, formaciones, canales de denuncia y auditorías. Todo eso importa. Aporta estructura, coherencia y responsabilidad.
Pero hay una verdad incómoda que muchas veces evitamos:
Puedes tener todas las políticas del mundo, y aun así tu programa de cumplimiento fracasará si la cultura es débil. Las políticas dicen lo que debería ocurrir. La cultura determina lo que realmente ocurre — especialmente cuando nadie está mirando.
Empezando por la Cultura:
Cuando enseño ética, no comienzo por leyes ni por tendencias regulatorias.
Empiezo por la cultura, porque la ética vive en las acciones, no en los manuales.
Desde el inicio planteo algunas preguntas:
¿Qué ocurre cuando un alto rendimiento incumple las reglas?
¿La gente se siente segura para alzar la voz o prefiere callar?
¿Se reportan los errores pronto, o se ocultan “para proteger el negocio”?
¿La integridad se premia o se castiga en silencio?
Estas preguntas revelan más sobre la ética real de una organización que cualquier política escrita.
Porque la verdad es sencilla: La cultura determina el comportamiento.
Donde la Cultura se Hace Real: Dilemas Éticos
En clase, trabajamos dilemas reales:
- Un comercial brillante ofrece regalos cuestionables para cerrar ventas.
- Un empleado descubre que un compañero falsifica documentos.
- Un directivo presiona al equipo para “llegar a los números” antes del cierre del trimestre.
- Una persona recién incorporada ve algo incorrecto desde el primer día, pero teme represalias.
Dos empresas pueden enfrentarse al mismo dilema y terminar con resultados completamente distintos.
En una:
⩗ Las personas reportan las preocupaciones
⩗ Los líderes actúan
⩗ La integridad se refuerza
En otra:
⨉ La gente calla
⨉ Lo indebido se normaliza
⨉ La lealtad personal pesa más que la verdad
La diferencia no es la política — es la cultura.
Cuando la Cultura Varía Según el País:
Como trabajo y enseño a nivel internacional, también analizamos cómo influyen las normas sociales:
- Distancia jerárquica
- Miedo a las represalias
- Estructuras de poder
- Relaciones personales
- Incomodidad al cuestionar a la autoridad
La cultura no es igual en Brasil, Alemania, Japón o Estados Unidos.
Pero aquí está la clave: Pueden existir diferencias culturales, pero no puede haber versiones distintas de la integridad. Una cultura ética sólida establece expectativas universales:
⩗ Respetar a las personas
⩗ Proteger los datos
⩗ No sobornar
⩗ Reportar preocupaciones
⩗ Decir la verdad
⩗ Hacer lo correcto, incluso cuando incomoda
La ética se adapta al contexto — no a la conveniencia.
La Cultura es una Ventaja Estratégica. Las organizaciones con culturas éticas fuertes:
⩗ Previenen problemas antes de que escalen
⩗ Generan confianza en empleados y clientes
⩗ Retienen talento
⩗ Reforzan su reputación
⩗ Tienen mejor rendimiento financiero Y los datos lo respaldan.
Según la investigación Ethics Premium de Ethisphere, las empresas reconocidas como World’s Most Ethical Companies®️ superaron a un índice de mercado comparable en un 7,1% durante un periodo de cinco años (Ethisphere Institute, 2024).
La integridad no es un coste — es una ventaja competitiva. Cuando las personas confían en su empresa, la protegen.
Cuando el Cumplimiento Carece de Cultura
Un programa de cumplimiento sin cultura se convierte en:
- Formación que nadie atiende
- Políticas que nadie lee
- Canales que nadie usa
- Investigaciones que nadie cree
- Valores que nadie siente como propios
La cultura transforma todo esto en prácticas reales.
No es lo que escribimos — es lo que recompensamos.
No es lo que decimos — es lo que toleramos.
No es lo que figura en el Código de Conducta — es lo que ocurre en las decisiones del día a día.
Una Nota Personal
Este tema es personal para mí.
No porque tenga todas las respuestas, sino porque cuanto más enseño, escucho y debato, más aprendo.
Lo que comparto aquí no es solo teoría: es lo que he visto en empresas, culturas, equipos y conversaciones reales.
Cada mesa redonda, cada investigación y cada clase me aporta nuevas perspectivas. Mis alumnos me retan y me inspiran a ver la ética desde ángulos distintos.
Y aun así, el mismo mensaje se repite:
- Las políticas crean estructura.
- La cultura crea comportamiento.
- La ética crea confianza.
Y la confianza es el activo más valioso que puede tener una organización.


