En una era marcada por avances tecnológicos sin precedentes y una economía global cada vez más interconectada, la industria financiera ha sido testigo de un aumento en la complejidad e innovación. Sin embargo, este progreso también ha dado lugar a nuevos desafíos, particularmente en el ámbito de los delitos financieros. Los delitos financieros también han aumentado debido a las presiones económicas actuales, las tensiones geopolíticas, un entorno regulatorio cada vez más diverso, los escándalos gubernamentales, la corrupción pública, la era post-COVID, entre otros. Según el Informe sobre Fraude y Delitos Financieros de 2023 de Kroll, los delitos financieros siguen siendo una de las principales amenazas a nivel mundial: el 69% de los encuestados esperan que los riesgos de delitos aumenten en los próximos 12 meses, con la ciberseguridad y las violaciones de datos siendo los principales impulsores.
Frente a este panorama dinámico en evolución, el papel de la función de cumplimiento sigue siendo más crucial que nunca, y el papel fundamental de la debida diligencia se ha convertido en una herramienta poderosa en la lucha contra actividades ilícitas, sirviendo como un faro para iluminar el camino hacia el cumplimiento regulatorio y la integridad reputacional.
El concepto de debida diligencia ha obtenido protagonismo, convirtiéndose en un proceso fundamental en la investigación de terceros, clientes y empleados, y jugando un papel crucial en la anticipación, detección y respuesta a la diversa gama de riesgos regulatorios y reputacionales que acompañan a las obligaciones éticas y de cumplimiento en el panorama global actual.
Un Enfoque Holístico para la Mitigación de Riesgos
Dentro de los trabajos complejos de cualquier organización, los procesos de debida diligencia deben integrarse perfectamente en el funcionamiento del programa de cumplimiento. Lejos de ser una mera formalidad procesal, estos procesos sirven como un sólido mecanismo de defensa contra los posibles delitos financieros. Al realizar un escrutinio meticuloso de los antecedentes, intenciones y afiliaciones de las partes externas e internas interesadas, las instituciones pueden establecer un escudo integral contra amenazas que podrían comprometer su posición ética.
La importancia estratégica de la debida diligencia se ve subrayada por su alineación con la matriz institucional de riesgos. Cada organización navega por un panorama único de riesgos, influenciado por factores que van desde la dinámica de la industria hasta el alcance geográfico. Como tal, la debida diligencia debe ser personalizada a contornos específicos del perfil de riesgo de una institución. Para guiar esta personalización, un conjunto de preguntas estratégicas sirve como brújula, dirigiendo el proceso de debida diligencia hacia un camino preciso relacionado a la tolerancia al riesgo y a los objetivos estratégicos de una institución.
Revelando Preguntas Estratégicas
Estas cuestiones estratégicas funcionan como la piedra angular de una implementación eficaz de la debida diligencia. Sirven no sólo para evaluar riesgos sino también para moldear los contornos de los procesos de debida diligencia de una manera que sea compatible con la estrategia general de una institución. La formulación de estas preguntas gira en torno a la voluntad de la organización de adoptar la debida diligencia como una fuerza proactiva en lugar de una medida reactiva.
- Propósito de la Debida Diligencia: El viaje comienza con una comprensión clara del propósito detrás de los esfuerzos de la debida diligencia. Ya sea para garantizar el cumplimiento de leyes y regulaciones complejas como la lucha contra el lavado de dinero (AML), la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA) la Ley contra el Soborno del Reino Unido, o para mitigar los riesgos reputacionales locales. Así la debida diligencia sirve como eje para salvaguardar la posición ética, el cumplimiento normativo de una organización y evitar riesgos financieros. Se trata de una medida estratégica para anticipar y abordar posibles obstáculos antes de que se materialicen.
- Ámbito de la Debida Diligencia: El ámbito de la debida diligencia es amplio y abarca un espectro de personas y entidades. Desde proveedores externos e inversionistas hasta las evaluaciones de Conocer a sus Clientes (KYC) y Conocer a sus Empleados (KYE), el alcance es amplio. Se extiende también a patrocinios, donaciones e incluso entidades involucradas en procesos de fusiones y adquisiciones. La red de debida diligencia engloba a todos los que tienen el potencial de influir en el panorama ético de una organización.
- Alcance de la Debida Diligencia: No todas las iniciativas de debida diligencia siguen los mismos criterios. Dependiendo de los factores de riesgo identificados, las estrategias de debida diligencia pueden variar desde la comprobación de bases de datos de riesgo y listas de referencia hasta una debida diligencia más exhaustiva que incluya búsquedas en registros públicos y entrevistas con fuentes del mercado, en función del perfil de riesgo, el sector y la relación (véanse los puntos siguientes).
- Perfil de Riesgo y Tolerancia: El panorama de riesgos varía de una institución a otra, influenciado por las características específicas de la industria y las huellas geográficas. Comprender el perfil de riesgo de una organización y su apetito por el riesgo es fundamental para dar forma a las estrategias debida diligencia. Es necesario lograr un equilibrio delicado entre las aspiraciones de crecimiento y la mitigación de riesgos, que defina la profundidad y el alcance de los esfuerzos de debida diligencia.
- Análisis de Industria y Jurisdicción: Las industrias, al igual que las geografías, tienen sus perfiles de riesgo únicos. Una industria regulada puede exigir un proceso de debida diligencia más exhaustivo. La jurisdicción donde la empresa opera también puede servir como determinante de los niveles de riesgo. El proceso de debida diligencia debe estar en sintonía con estos matices jurisdiccionales e industriales, garantizando una evaluación integral de riesgos.
- Dinámica de las Relaciones: La naturaleza de una relación con un tercero influye en el riesgo percibido. Factores como el nivel de riesgo esperado, el tamaño de la relación financiera y la duración prevista de la asociación desempeñan un papel relevante en la configuración de los requisitos de debida diligencia. Un análisis perspicaz de estas dinámicas guía la trayectoria de la debida diligencia.
- Sincronización e Interacción: El tiempo es esencial en la debida diligencia. Dependiendo de la profundidad y amplitud del proceso, el cronograma puede variar. Sin embargo, la debida diligencia debe integrarse perfectamente en el flujo de trabajo, teniendo en cuenta los planes de trabajo para garantizar el cumplimiento de los objetivos y sin interrumpir las operaciones.
Desafíos en la Región
Las complejidades de la debida diligencia se magnifican en diferentes regiones, presentando desafíos y obstáculos únicos. En LATAM, estos desafíos se ven aún más delineados por un panorama regulatorio dinámico y complejidades culturales. Países como Costa Rica, Brasil y Chile han realizado ajustes legales recientes que han subrayado la importancia de la debida diligencia.
Entre los desafíos enfrentados, organismos reguladores como la SEC y el Departamento de Justicia de Estados Unidos destacan como errores comunes la falta de llevar a cabo una debida diligencia oportuna y suficiente, la inadecuada validación de la información de los socios comerciales, el pasar por alto las señales de alerta detectadas y la peligrosa “ceguera voluntaria”— al evitar deliberadamente hechos cruciales.
Particularmente en LATAM, los principales desafíos incluyen la falta de datos digitalizados y centralizados diferentes idiomas que constituyen un desafío en el proceso de búsqueda y análisis, uso de terceros con bajo perfil público y ninguna información pública de fácil acceso y limitaciones presupuestarias en el área de Compliance. Según el Informe de Fraude y Delitos Financieros 2023 de Kroll, el 64% de los encuestados en Brasil y el 68% en México están de acuerdo en que los guardianes de terceros crean desafíos contra el lavado de dinero.
Para abordar estos desafíos, urge a las organizaciones adoptar una serie de mejores prácticas que puedan fortalecer los procesos de debida diligencia:
- Cuestionário de Incorporación (Onboarding) basado en Riesgos: Comenzar con un cuestionario de incorporación basado en riesgos es un paso prudente, que permite la creación de puntuaciones de riesgo. Sin embargo, la información de terceros debe corroborarse de forma independiente para garantizar su precisión y confiabilidad.
- Garantías Contractuales: La incorporación de requisitos de cumplimiento y lenguaje específico en los contratos puede condicionar la relación comercial al mantenimiento de una conducta ética.
- Cumplimiento Contra el Soborno y la Corrupción: La ausencia de un programa de cumplimiento antisoborno y corrupción de un tercero debería servir como señal de alerta. El establecimiento de un programa de este tipo podría ser indicativo de un compromiso con las normas éticas.
- Educación y Capacitación: Compartir información y brindar capacitación a las partes interesadas sobre el compromiso de debida diligencia de la organización fortalece los esfuerzos de concientización y cumplimiento.
- Monitoreo Continuo: Los controles internos son esenciales para monitorear los cambios en los perfiles de riesgo, así como las políticas de denuncia pueden facilitar la detección temprana de problemas.
- Documentación: Documentar los motivos detrás del uso de cada tercero y mantener estos registros durante un período estipulado garantiza la transparencia y la responsabilidad.
- Aprobación de Alto Riesgo: Para sujetos de alto riesgo, la decisión de continuar con una relación comercial debe implicar la colaboración entre el oficial de cumplimiento y la alta dirección.
El papel de la debida diligencia en la prevención de los delitos financieros es primordial y está íntimamente ligado al cumplimiento normativo y la adherencia ética. Se destaca como un formidable baluarte contra el panorama en constante evolución de los delitos financieros y ofrece a las organizaciones los medios para identificar, evaluar y mitigar riesgos de forma preventiva. Al adoptar la debida diligencia como medida proactiva, las organizaciones pueden navegar por los caminos de las finanzas globales con resiliencia e integridad.
El camino por delante está marcado por desafíos, particularmente en regiones como LATAM, donde dinámicas únicas exigen estrategias personalizadas. Sin embargo, la clave está en reconocer la debida diligencia no como un proceso aislado sino como un componente integral de un programa de cumplimiento holístico. Al alinearse con el perfil de riesgo de la organización, la dinámica de la industria y las mejores prácticas globales, la debida diligencia emerge como una estrategia de protección, protegiendo a las organizaciones de las consecuencias potencialmente devastadoras de los delitos financieros.
Mientras las instituciones continúan lidiando con las complejidades de un panorama financiero dinámico, no se puede subestimar la importancia de una debida diligencia efectiva. Es un escudo de resiliencia ética, una salvaguardia contra la erosión de la reputación y un testimonio del compromiso inquebrantable de una organización con el cumplimiento, dando forma así a un futuro en el que se frustren los delitos financieros y reine la integridad.
Maria Vahos, Manager, Compliance Risk and Diligence, Kroll, Colombia
Emanuel Batista, Managing Director, Compliance Risk and Diligence, Kroll, EE.UU
Fuentes
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Legislative Assembly of the Republic of Costa Rica, Law on Liability of legal persons on domestic bribery, transnational bribery and other crimes, No. 9699, 2019.
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Batista, Emanuel, Key Takeaways for Effective Reputational Due Diligence, 2019.
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Kroll, Fraud and Financial Crime Report. Can Technology Stop the Threat of Economic, Crypto and ESG Crimes? , 2023.
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Kroll, 2022, Report on Anti-Corruption and Bribery, 2022.
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Watt, Michael and Foulon, Veronique, Evolving Challenges with Enhanced Due Diligence, 2021.