No es novedad cuanto la corrupción y los comportamientos antiéticos han comprometido la imagen de varias empresas. Así, no es casualidad que ellas se preocupen por combatir este tipo de práctica. Una de las formas más efectivas de hacerlo es instituir un código de conducta ética.
Independientemente del tamaño de la organización, un código es uno de los primeros pasos para reforzar la cultura de integridad de la empresa. Es fundamental asegurar la transparencia y el respeto a las leyes y normas en el entorno organizacional. Pero, ¿cómo crear un código de conducta que sea pertinente a la realidad de la empresa?
Bueno, en este post, además de definir el concepto de conducta ética, mostraremos las ventajas de tener un código y daremos 6 consejos fundamentales sobre cómo crear un código de conducta adecuado. ¡Continúa leyendo y aprende cómo implementarlo en tu negocio!
Concepto de código de conducta ética
El código de conducta ética es un documento que reúne todas las normas a seguir por los miembros de una organización e incluso por terceros, si la empresa no opta por tener un código específico para terceros. Es importante para establecer patrones de comportamiento y formas de actuar de acuerdo a la misión, los valores y los objetivos de la compañía.
Ese conjunto de normas se aplica a todos los que forman parte de la empresa, desde los niveles jerárquicos más bajos hasta la alta dirección. Asimismo, también puede servir como base para las relaciones con clientes, proveedores, socios, organismos gubernamentales y demás partes interesadas, formando parte de la cultura organizacional.
Así, sirve como material de apoyo y consulta para las acciones de las personas, con el fin de orientarlas en relación a lo que es y no es aceptable para la organización.
Es importante no solo divulgar el código a menudo a los colaboradores, sino también capacitar periódicamente a los actuales y nuevos colaboradores sobre los principales temas del código para que conozcan la cultura y las reglas a seguir en la organización de la que formarán parte.
Principales objetivos del código de conducta ética en el trabajo:
- orientar a las personas sobre la forma correcta de actuar;
- mejorar la relación y el clima organizacional;
- crear y aumentar la ventaja competitiva de una manera saludable;
- aumentar la productividad y la calidad de las entregas;
- integrar a los gerentes y equipos;
- fortalecer la imagen y consolidar la marca en el mercado;
- tener transparencia en las negociaciones con los proveedores;
- atraer, deleitar y retener a los clientes con prácticas éticas.
Ventajas de adoptar un código de conducta ética en la empresa
La empresa que opta por elaborar un código de conducta y se dedica a transmitir una imagen de confianza e idoneidad sale adelante en el mercado convirtiéndose en un referente de buenas prácticas. ¡Conoce las principales ventajas de la implementación!
Mejora de la imagen institucional
Cuando una empresa adopta un código de conducta ética, demuestra a las personas cuánto se preocupa por la integridad. De esta manera, transmite una imagen de transparencia a todos los miembros de su red de relaciones. Esto es aún más importante en un momento en que se utilizan cada vez más las redes sociales. Al fin y al cabo, cualquier problema interno puede tomar proporciones mucho mayores al ser compartido por miles de individuos.
Estandarización de relaciones
Dentro de una organización, las personas suelen seguir el comportamiento de sus superiores. Y así, cualquiera que sea la cultura, independientemente de si es buena o no, se va transmitiendo.
Un código es importante para instituir el comportamiento que es aceptable para la corporación, definiendo qué conducta es bienvenida y debe ser adoptada por todos. Además de la estandarización, el liderazgo por ejemplo ético tiende a mejorar la relación entre gerentes y subordinados.
Muchas personas ya actúan éticamente en el lugar de trabajo, pero el código realza la importancia de proceder correctamente frente a conflictos, estancamientos y procesos.
El resultado es una relación de respeto colectivo en la que todos se reconocen en un lugar de prácticas comunes y alineadas. Naturalmente, las personas que no comparten los valores de la empresa se distanciarán y tendrán dificultades para interactuar con cualquier colaborador.
La creación del código de conducta abre oportunidades de reflexión y cambio de comportamiento para aquellos que no quieren abandonar la empresa y saben que, para permanecer, necesitan reestructurarse de adentro hacia afuera.
Diagnóstico de desvío de conducta
Además de estandarizar la conducta, un código de ética permite monitorear, analizar y sancionar las desviaciones dentro de la empresa. Al aceptar ser parte de ella, las personas deben ser conscientes de que también están de acuerdo con las reglas establecidas.
Por lo tanto, el documento es una guía para determinar cómo se debe combatir el incumplimiento de las normas, incluso sirviendo de ejemplo para los demás miembros de la organización.
Conscientes de la conducta que la empresa espera de todos, los colaboradores ya saben cómo pensar y actuar sin herir los principios establecidos. Es una alineación normativa en la que saben lo que pueden y no pueden hacer, lo que se refleja en el entorno y el clima organizacional.
Seguridad institucional
En consecuencia, un código de conducta es también un instrumento para proporcionar más seguridad en situaciones de conflicto. Esto se debe a que, cuando surgen problemas, la institución y los colaboradores pueden confiar en el documento para defenderse en las situaciones más diversas.
Es una forma de garantizar la imparcialidad y la transparencia en las decisiones. En reuniones, negociaciones, planificación de actividades y proyectos, será mucho más fácil llevar a cabo discusiones basadas en el código para equilibrar opiniones divergentes.
6 consejos sobre cómo elaborar un código de conducta ética en el trabajo
Ahora que has visto las ventajas de adoptar un código de conducta ética, queremos mostrarte cómo elaborarlo. Desde ya te adelantamos que puede variar mucho según tu organización. Por lo tanto, los consejos solo sirven para orientar una de las buenas formas de hacerlo. ¡Sigue!
1. Crea una comisión para contribuir al desarrollo del código
El primer paso es seleccionar a las personas responsables de elaborar el código. Se recomienda que el grupo sea diverso, integrado por empleados de diferentes niveles jerárquicos, áreas de actividad y experiencias.
No obstante, deben ser personas de confianza y verdaderamente comprometidas con los valores de la empresa. Dependiendo de su tamaño y procesos, puede valer la pena considerar incluir e involucrar a un profesional de consultoría.
En determinados momentos, una persona imparcial que no trabaje directamente con la empresa puede tener una visión clara y ayudar a definir los criterios con mayor facilidad.
Además, un profesional especializado en consultoría también tiene la visión de otras empresas y puede contribuir a una orientación más técnica. Cada empresa tiene una forma de ser, pero algunas especificidades se correlacionan y ayudan en la formulación del código considerando estos precedentes.
2. Analiza el contenido necesario
Una vez formado el equipo, el grupo debe encargarse de reunir el material necesario para la constitución del código. Por ello, es necesario verificar el resultado de la Evaluación de Riesgos que realizó la empresa (este es el primer paso hacia la implementación de un Programa de Cumplimiento y el Código Ético deberá, además de reforzar los valores de la empresa, servir para mitigar algunos de los riesgos verificados en dicha evaluación). También es interesante escuchar a expertos en el campo del cumplimiento, abogados y otros profesionales.
Asimismo, se pueden consultar códigos de conducta de otras empresas, a modo de referencia. Pero no caigas en la trampa de “copiar y pegar”, ya que cada empresa tiene sus propios valores y tiene diferentes riesgos.
Tómate tu tiempo para crear el código de conducta ética: primero organiza todo el material recopilado, separa y clasifica la información similar y reúne al grupo para generar ideas.
3. Discute el contenido con el equipo
Después de realizar una buena investigación, es hora de determinar qué formará parte del código. Pues no todo lo que se aplica a una organización es relevante para otra. Lo ideal es que el equipo discuta bien todos los puntos, especialmente los más polémicos.
Es hora de considerar los diversos factores que dictan los comportamientos y determinar cómo se alinearán dentro del código de conducta.
Todo lo que la empresa hace y en lo que cree debe ser considerado, pues sus formas de actuar y relacionarse serán cotejadas con el código de conducta ética publicado. Es sumamente importante que la empresa actúe de acuerdo con lo que defiende.
4. Sé integral
Comprende que una empresa no está compuesta sólo de sus gestores y funcionarios, sino también de clientes, socios, proveedores, competidores y sociedades. Las personas y las otras organizaciones son, directa o indirectamente, corresponsables de la forma cómo tu empresa actuará dentro y fuera de las dependencias.
Desea crear un código de conducta ética que vaya más allá de los límites del entorno interno donde sólo los funcionarios tienen acceso y permite a los clientes conocer más sobre tu empresa y cómo opera.
Para los proveedores y socios, conocer el código puede hacer que la relación sea más sólida y confiable. Para los competidores, impone respeto y fomenta la competitividad. Es esencial crear diferenciales que vayan más allá del precio y la calidad de los productos o servicios.
Incluso los candidatos a una vacante disponible en tu empresa podrán analizar, antes de aceptar participar en el proceso, si están de acuerdo con el código de conducta, facilitando el trabajo del equipo de recursos humanos, al reducir el tiempo dedicado al análisis de los perfiles seleccionados.
5. Estructura y publica el código
Con el contenido definido, se debe estructurar el código de conducta ética. Antes de publicarlo, siempre es prudente confiar en la revisión de un profesional de cumplimiento.
Una palabra o expresión fuera de lugar puede generar una percepción errónea y una repercusión negativa, por lo que es tan importante contar en el grupo de trabajo con profesionales que estén familiarizados con el documento y enviar el código para la revisión de uno o varios de ellos.
La publicación puede realizarse en la Intranet o en otro lugar de fácil acceso para los colaboradores, de forma permanente, poniendo a disposición copias impresas en capacitaciones o sectores más sensibles. Crea acciones de vez en cuando para mantener encendida la llama de la conducta ética.
6. Divulga a toda la empresa
Finalmente, ha llegado el momento de divulgar el código de conducta ética. Después de todo, no sirve de nada crear uno, si no es difundido y aceptado por toda la organización. Para ello, es importante llevar a cabo una campaña completa de endomarketing y comunicación interna.
No sólo divulga el documento, sino demuestra su importancia práctica para todos. Además, algunos puntos deben reforzarse periódicamente en las capacitaciones, enfatizando la necesidad de respetar estas normas.
Debe presentarse de manera clara y segura para que todos entiendan que se trata de un documento importante y, a partir de su divulgación, las acciones que no se ajusten a su contenido son punibles.
Por otro lado, no sólo se debe enfatizar lo intolerable, sino resignificar lo que ya se practica y exaltar a quienes, aún sin un documento formalizado, ya han estado en sintonía con la cultura de la empresa.
Ellos serán los multiplicadores de lo que creen y ayudarán a hacer público cualquier ocurrencia que esté en desacuerdo con el código. Las personas éticas no están de acuerdo con la idea de que deben omitirse frente a comportamientos antiéticos.
El hecho es que un código de conducta ética no debe tomarse sólo como un ideal a seguir. Debe ponerse en práctica y respetarlo constantemente, como un excelente mecanismo para ayudar a cumplir con las leyes y mantener la integridad y seguridad de toda la organización.